jueves, mayo 06, 2010

11 meses

Hola chiquito hermoso

Hoy por la tarde se cumplirán 11 meses de haberte perdido, 11 meses de estar “viviendo” sin tu presencia entre nosotros, sin verte correr, ni jugar con tus carritos y muñecos. 11 meses sin escuchar tus risas, sin que aquel pasajerito del asiento trasero me pregunte “¿Qué pasho papá?, o sin que me regañes porque di la vuelta muy rápido en alguna esquina.

Es increíble que una personita tan pequeña, pueda dejar este vacío tan enorme, es increíble cómo se puede llegar a “vivir” con un dolor tan grande, en verdad hay tantas cosas que pasan día a día que me ayudan a “sobrellevar” tu ausencia.
Sé que ya no puedo abrazarte ni besarte, no puedo ver tu carita y esa hermosa sonrisa dibujada en ella, esos ojitos que me decían tanto sin que de tu boquita saliera una sola palabra. Esas manitas que se sentían tan rico cucando me abrazabas fuerte para decirme “te quiero mucho papapi” y que me reconfortaban, ya no estará más ese cuerpecito pegado a mi cada noche, o esos piesecitos metiéndoseme entre las costillas, ni mi compañero de baño.
Tú eras mi motor, mi razón de todo, mi inspiración, ahora que no estás más aquí cada día me cuesta más encontrarle una razón a todo, en el trabajo no sabes cómo he batallado para volverle a encontrar la motivación, hay días en los que de verdad me da lo mismo si me corren, si me reclaman, en otras ocasiones recapacito y trato de buscarle aunque sea por momentos o mínimamente las ganas de trabajar, aunque esa inspiración o esas ganas se me vuelven a ir al instante que vuelve a mi mente que ya no estás aquí.
He tenido que aceptar el apoyo psicológico para ver si así puedo volverle a encontrar la inspiración al trabajo, a ver si así puedo volver a encontrarle el sentido a esta vida y aprender a vivir con este enorme vacío en nuestras vidas, a dejar de hacerme tonto y fingir que estoy bien, que no pasa nada y que soy más fuerte y que puedo sobre llevar este dolor de tu ausencia. Tu mami está feliz porque al fin después de tanto tiempo haya aceptado ir con una psicóloga.
Llego el momento en el que tuve que decir. No puedo, aunque sigo sin poder llorar y solo quedarme con ese nudo en la garganta y ese ardor como fuego en los ojos que me impide que salgan las lágrimas, pero todo esto lo hago por ti, porque tú sigues siendo mi guía, mi inspiración, mi meta. Porque sé que si yo estoy bien tú estarás tranquilo y feliz de verme salir adelante, porque sé que tú me acompañas y me das fuerzas para seguir. Porque tengo fe en que al menos por un instante, cuando llegue el momento, Dios me permitirá verte aunque sea una vez más.
Por ahora no me queda nada más que esperar y seguir adelante, intentar no verte en otros niños cuando corren o juegan a mi alrededor, yo se que tú me acompañas y que jamás me dejas, mucho menos cuando llegan esos instantes en los que flaqueo. He tenido ya la dicha de ver alguna de tus señales y eso me ha servido de mucho, como el globito azul que me siguió por 3 días cerca del trabajo, durante 2 días me pareció curioso verlo por ahí, pero ya al 3er día entendí que eras tú quien me decía, aquí ando papapi, Yo te sigo acompañando, aquí estoy contigo.
Gracias mi vida por esas señales, gracias por seguir conmigo, gracias Dios por permitirle a mi bebé estar entre nosotros cuando más flaqueamos y cuando más sentimos desfallecer.
Tu papapi quien te amará por siempre.