lunes, febrero 25, 2013

Recordando hermosos aromas

Hoy después de más de 44 meses sacamos un par de cobijitas y dos cobertorcitos con los que dormía mi Frijolito, aún conservaban un ligero olor que nos hizo recordar su exquisito aroma de mi bebe

Me fue en verdad imposible llevarlos a mi rostro una y otra vez tratando de capturar lo último de estos benditos aromas antes de meterlos a la lavadora...

Hacia mucho tiempo que en un pequeño espacio de la casa guardábamos estos recuerdos junto con otras cositas que mi madre y mi suegra consideraron prudente en su momento guardarlos alejandolos de la vista de mi amora principalmente para evitar ahondar la pena que nos embargaba en aquellos momentos

Y así fueron pasando los días, semanas, meses sin que ninguno de nosotros en verdad se armará de valor para sacar y reorganizar esa pequeña parte de la casa

Al menos para mi la justificación era que prefería esperar hasta que mi bebe amora se sintiera con las fuerzas necesarias para volver a ver esa bolsa con cobijitas, sus zapatitos, sus almohaditas, etc. Sabía que no era fácil y nunca pensé en presionar por ese lado

Salió por otros motivos que ayudaron a mi bebe a mover todo aquello, que aquel día al regresar del trabajo me dio la noticia y me sentí muy alegre, principalmente porque la vi tranquila y consciente de todo, Dicen y dicen bien que los tiempos de Dios son perfectos y esto fue una muestra de ello

Nada paso hasta que debió pasar, ya con Kaku bien acoplado en nuestra familia, con la espera de esta hermosa bendición del nuevo bebe en camino, que nos ha traído un aliento más para luchar y mantenernos es pie por y para nosotros...

De las cobijitas ella misma me dijo... Unas serán para el Kaku y otras para este angelito que esperamos con tanto anhelo

Gracias Dios por ayudarnos y acompañarnos siempre...

Las cobijitas ya no huelen igual, pero me encargue de que queden perfectas para mis hijos igual que como lo hacíamos con el Frijolito procurando siempre darle lo mejor posible... Con sus hermanitos no debe ni tiene porque ser diferente